Fin de año, balances varios, cierres, finales, examenes, reuniones familiares, regalos....
El otro día leí un artículo en un medio masivo de comunicación que hablaba de que los docentes sufrían el síndrome del cerebro quemado.... no lo estaremos sufriendo todos?
Qué nos pasa que este mundo acelerado ya no nos da respiro?
Hasta cuándo pueden tirar de la soga sin que se corte?
En este época del año donde todo debería ser balances para proyectar el año que comienza, alegría por los logros conseguidos, por la salud, por la familia, por el trabajo; en este momento siento que para mi, fin de año es saturación, intolerancia, agotamiento, ya no hay resto.... esto no es el “síndrome del cerebro quemado”?
Ojalá que en el 2007 “que gane el quiero la guerra del puedo” (como diría mi gran poeta Joaquin Sabina) y nos dejen a todos querer en vez de que tengamos que hacer siempre lo que podemos, con lo que nos queda... "que ser cobarde no valga la pena". Andrea
martes, 19 de diciembre de 2006
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